Falda

La falda es una prenda textil o de cuero que, enrollada en la cintura, cuelga cubriendo —o no— las piernas.
Se utiliza desde la prehistoria como una de las formas más sencillas de cubrir la parte inferior del cuerpo.

Las figurillas producidas por la cultura Vinca (c. 5700-4500 a. C.), situadas en el territorio de la actual Serbia y otras naciones balcánicas, muestran ya representaciones de mujeres con prendas similares a una falda.

En Armenia, se descubrió una falda tejida con paja que data aproximadamente del año 3900 a. C.

Orígenes antiguos

Las faldas fueron el atuendo habitual tanto de hombres como de mujeres en las antiguas culturas del Oriente Próximo y Egipto.

  • Los sumerios de Mesopotamia llevaban los kaunakes, un tipo de falda de piel atada a un cinturón.
  • El término kaunakes se refería originalmente al vellón de oveja, pero con el tiempo pasó a denominar también a la propia prenda.
  • Más adelante, las pieles animales fueron sustituidas por un tejido llamado también kaunakes, que imitaba la textura lanosa del vellón.

Evolución en la moda europea

En los siglos XVI y XVII, aparecieron las basquiñas, una especie de saya negra o falda acortada hasta un palmo por debajo de la rodilla.
Se llevaban sobre otras prendas y se utilizaban especialmente para salir a la calle en días de fiesta.

Durante el siglo XIX, el corte de las faldas occidentales experimentó numerosas variaciones:

  • La cintura se elevó hasta la altura del pecho.
  • Posteriormente fue descendiendo de nuevo hacia la cintura.
  • Los diseños variaron entre modelos estrechos y otros más amplios, en constante transformación al ritmo de la moda.

Del siglo XX a la actualidad

Desde comienzos del siglo XX, las faldas dejaron de arrastrarse por el suelo.

  • En las primeras décadas del siglo se acortaron,
  • En los años 30 se alargaron nuevamente,
  • Durante la Segunda Guerra Mundial volvieron a acortarse,
  • Y en los años 60 alcanzaron una longitud extremadamente corta, símbolo de una nueva era en la moda femenina.

La falda es, sin duda, una de las prendas con más historia conocida y una de las que más transformaciones ha sufrido a lo largo del tiempo, adaptándose siempre a la cultura, la estética y la funcionalidad de cada época.

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