El Origen de la Cremallera
Los cierres y sistemas de sujeción de las prendas constituyeron un desafío desde que el ser humano comenzó a cubrir su cuerpo con pieles.
A lo largo del tiempo, se idearon múltiples soluciones: cuerdas, cordones, nudos, botones, broches, hebillas, entre otros.
Sin embargo, el invento de la cremallera marcó un gran avance en la historia de la indumentaria, gracias a su comodidad, simplicidad y genialidad mecánica.
Los primeros intentos
El primer inventor asociado a este mecanismo fue Whitcomb Judson, quien en 1893 registró en la Oficina de Patentes de Chicago un dispositivo al que denominó “Cierre con grapas”.
Probablemente se inspiró en las correas de los relojes de la época, basadas en el entrelazado de pequeños dientes metálicos.
Junto con su amigo y abogado Lewis Walker, fundó la compañía Universal Fastener, tras recibir un encargo del Servicio de Correos de Estados Unidos para incorporar ese sistema de cierre a 20 sacas postales.
No obstante, el invento resultó poco fiable: los cierres se atascaban y enganchaban con frecuencia, lo que impidió su aplicación práctica.
Aun así, el prototipo fue presentado en la Exposición Universal de Chicago de 1893, despertando curiosidad aunque sin éxito comercial.
La mejora definitiva
En 1912, el inventor Gideon Sundback retomó la idea de Judson y desarrolló un mecanismo más pequeño, ligero y preciso, sustituyendo los ganchos y ojetes por dientes metálicos entrelazados que permitían un cierre firme y fluido.
Gracias a su perfeccionamiento técnico, la cremallera dejó de atascarse y se convirtió en un sistema fiable y funcional.
Difusión y popularización
La nueva cremallera comenzó a utilizarse durante la Primera Guerra Mundial, principalmente en uniformes y mochilas militares.
A partir de la década de 1920, se introdujo en las prendas de uso civil, y en los años 30 alcanzó un gran éxito en la moda, a pesar de que las primeras versiones metálicas se oxidaban con el tiempo.
Con el avance de los materiales, este problema desapareció:
- Se incorporaron aleaciones resistentes a la corrosión,
- Más adelante, plásticos y fibras sintéticas,
- Y posteriormente, revestimientos antioxidantes que aumentaron su durabilidad.
La cremallera moderna
Hoy en día, la cremallera se utiliza en una amplia gama de prendas, complementos y objetos, con infinidad de formas, colores y diseños adaptados a cada uso.
Desde ropa cotidiana y equipamiento técnico hasta trajes espaciales y soluciones para astronautas, la cremallera sigue siendo un símbolo de innovación práctica que revolucionó la forma de vestir y fabricar textiles en todo el mundo.






