La lavadora es uno de los grandes inventos del siglo XX, facilitando de forma espectacular la pesada tarea del lavado a mano de prendas de vestir, tarea que por aquellos años pasados recaía en la mujer.
Desde que empezaron a economizar su coste, facilitando la introducción en los hogares, con su facilidad de uso, no han dejado de avanzar y automatizar su función de lavado de prendas y ropa de hogar, siendo hoy en día las lavadoras cada cada vez más avanzadas tecnológicamente y eficaces.
Pero no solamente es introducir ropa sucia, echar detergente y elegir un programa de lavado; para un mejor aprovechamiento de este practico y ya indispensable electrodoméstico es muy útil conocer algunas cuestiones, técnicas y de mantenimiento para aprovecharlas mejor.
Un dato muy desconocido para el publico general es el “factor de lavado”, que no es mas que la capacidad de llenado del tambor de agua, necesaria para un ciclo de lavado, según el tamaño de este, su volumen.
Este dato es importante para conocer el consumo de agua y la capacidad del tambor, su volumen; este factor de llenado no está estandarizado; el único valor indicado por el fabricante son los kilogramos de ropa que puede lavar, pero nunca el volumen del tambor, estando para lavadoras industriales mucho mas optimizado, oscilando entre 1/9 y 1/10.
No es que cuanto mas agua entre en el tambor de una lavadora sea mejor, ya que se necesita mas detergente, por disolución, para que este haga su función.
Una lavadora con factor de lavado, llenado de agua de 1/6 (factor de baja calidad por su sobrecarga), con 8 kilogramos de carga tiene un tambor de capacidad de sólo 48 dm3 (equivalente a una lavadora profesional de 5 kg. aproximadamente), su volumen es muy pequeño; esta información no suele venir en las especificaciones de lavadoras domesticas.
Averiguar la capacidad real de una lavadora domestica es fácil con unos sencillos cálculos; primero se debe medir la anchura del tambor, por ejemplo 40 cms., tamaño habitual de lavadoras, dividiendolo entre 2, obtendremos 20 Cms y elevandolo al cuadrado (20 x 20 =400) multiplicandolo pí (400 x 3,1416= 1256,64); ahora se mide la profundidad del tambor, por ejemplo 35 cms., multiplicandolo por 1256,64 y dividiendo su resultado entre 1000 nos dará un tambor de 44 dm3 de capacidad.
Esta lavadora que hemos comprado como de 7 kilos, en realidad tiene una capacidad don el factor de llenado profesional profesional de 4,4 kg. de capacidad, quedando su factor de llenado real en 1/6.
Esto no es un engaño, es jugar con las cifras y características, haciendo una lavadora con poco gasto en agua, a costa de disminuir su volumen de carga, no de kilos de eficazmente que puede manejar, resumiendo mucho, una lavadora mas “pequeña”, es mas importante conocer el cado de capacidad del tambor.
Las lavadoras domesticas están diseñadas con este valor, para que sea casi transparente para el usuario domestico, pero útil conocerlo para elegir el detergente y su cantidad a usar, que viene especificado entre las características que su fabricante facilita; los hay que necesitan mas o menos cantidad a usar, según su disolución en el agua necesaria en el tambor de la lavadora y su dureza, y el poder de lavado que tenga.
Habitualmente se utiliza mucho mas detergente del necesario para realizar un ciclo de lavado, beneficiando a los fabricantes, contaminando innecesariamente, “quemando”, dañando las fibras de los tejidos, acortando la vida de las prendas.
Para optimizar un lavado domestico, lo mejor es no sobrecargar el tambor, no llenarlo mas que a la mitad de su capacidad, para que las prendas tengan un fácil movimiento cuando haga sus rotaciones, sin forzar la maquinaria con peso extra, el detergente se disuelva eficazmente y pueda diluir la suciedad de las fibras de las prendas.
Tampoco usarla con menos de esa capacidad, para no desperdiciar agua y de detergente, ademas de consumo eléctrico; lo ideal es llenarla, nunca sobrecargarla, es mas eficaz hacer mas ciclos de lavado.
Por echar mas detergente en la lavadora, no va a mejorar el lavado, limpiar mejor, ni quitar mas manchas, al contrario, cuanto mas detergente se eche, peor es la disolución del agua, impidiendo se diluya y elimine la suciedad de las prendas.
Hay que echar el detergente justo indicado por el fabricante, sabiendo el “factor de lavado” de la lavadora, consiguiendo de esta forma, el lavado mas optimo, económico y ecológico posible.
Cuando las prendas salgan de la lavadora no tienen que oler a nada, ni a detergente, señal de haber usado mucho y no haber enjuagado correctamente, o a suavizante cuando se lave ropa de hogar.
Otro aspecto importante de la lavadora es su mantenimiento, si, necesitan mantenimiento, al igual que otros electrodomésticos:
El aspecto mas importante del mantenimiento de una lavadora, ademas de controlar fugas de agua, es su limpieza.
Lavar e higienizar prendas en una maquina que está infectada, no tiene ningún sentido; nos referimos a los HONGOS Exophiala dermatitidis y E. phaemuriformis, perjudiciales para la salud, que se desarrollan en la goma, de la puerta de carga, instalada en el chasis de la lavadora y el tambor, (las industriales no tienen esta goma), pliegues de la parte inferior, que no se llegan a secar y oscurece, ¡hongos!.
Al sacar las prendas recién lavadas, se rozan con esta parte de la goma, arrastrando los hongos que se desarrollan, infectando las prendas, trasladado incluso su desagradable olor.
Para eliminarlos basta un usar desinfectante fungicida, ideal para esta tarea, siendo eficaz sin dañar los plásticos, gomas ni metales de la lavadora, o usar un poco de lejía en un paño o trapo que se pueda desechar, sin que gotee, no es necesaria mucha cantidad, empapandola junta de goma, pliegues y parte inferior sobre todo, repitiendo el proceso hasta que desaparezcan.
Hay que tener en cuenta que el uso continuado de lejía u otros abrasivos químicos puede dañar la integridad de la goma pudiendo cristalizarla, destruyendo su función elástica y estanca.
También existen productos específicos para estos hongos, debiendo seguir las indicaciones de su fabricante, para que éste haga su función de forma optima.
Mantenerla limpia es muy sencillo; secarla y limpiar restos de detergente si los hay, después de cada ciclo de lavado. Mantener la puerta de carga entreabierta también contribuye a su aireación, incluido el tambor, que en su parte baja, contiene agua, tubo de desagüe y bomba, ademas, alargamos la vida útil de la goma, manteniendola sin forzar; las industriales ya disponen de ventilación especifica del tambor.
Otro aspecto a cuidar es el cajón del detergente, en las que se crea una costra, que no es otra cosa que cal y restos de detergente, evitando se seque correctamente, siendo buena idea dejar entre abierta el cajón, facilitando su aireación y evitando la aparición de hongos, manchas negras en el interior del cajón.
Sacar periódicamente el cajón de detergente de su emplazamiento, ya que la falta de aireación y continua humedad, es lugar ideal para el desarrollo de peligrosos hongos, limpiando de igual forma, alrededor del propio cajón y en el interior de su emplazamiento.
Por ultimo el filtro, (las industriales no tienen este filtro), revisandolo periódicamente para quitar las fibras que pueda tener, permitiendo un desaguado optimo y se quede el tubo y bomba seca, evitando la aparición de hongos, olores desagradables, formación de moho y bacterias.
“Desde 1982, cuidando sus prendas, cuidando su imagen”.






